Blog para chicas confundidas por el amor que quieren desconfundirse. De Ianire Estébanez bajo licencia Creative Commons Licencia de Creative Commons

La importancia de ser una misma (7/9/2018)


El fin de semana publiqué este Post en Facebook y me emociona mucho haber recibido tanto cariño y  tantas demostraciones de que a veces es importante mostrar quiénes somos, mostrar nuestros progresos, expresar y compartir nuestras dificultades y nuestros pasos, ser, transparentes, ser... una misma. Por eso, dejo publicadas aquí también estas palabras, para recordar el momento que considero un paso importante en mi vida. El momento en el que las decisiones se materializan en un gesto, pero lo importante en el fondo, y como casi siempre, es el cambio desde dentro. 

Esta soy yo. 

"Me llamo Ianire, voy a cumplir 39 años. En los últimos diez años, he encontrado mi pasión laboral, he escrito un blog para dar a conocer lo que aprendí, he emprendido mi propio negocio y alquilado un espacio para ello, he estudiado, errado y creado. He recibido una propuesta para escribir un libro, la he retrasado y retrasado, he dejado de escribir en el blog y he dedicado tiempo a escuchar, acompañar y cuidar de otras personas en mi consulta. 

En los últimos diez años, la relación de pareja que tenía desde adolescente se terminó, volví a vivir en casa de mis padres, mi espalda se dolió y quiso dejarme de sostener y tuve que volver a aprender a andar. Anduve despacio y lenta, hasta que mi tronco se hizo fuerte. Me mantuve trabajando, viviendo y reaprendiendo a ser yo misma, construyendo los cimientos de la que querría seguir siendo. Me reencontré con una persona a la que elegí como pareja, busqué la forma de convivir juntos y me mudé a Bilbao. Mi pareja perdió a su padre, y decidí usar mucho de mi tiempo en cuidarle. En los últimos diez años, he perdido amistades, he elegido amistades, me he reconciliado con quien lo merecía, me he alejado de quien me hacía daño, he decidido el trayecto de mi camino y sus acompañantes a tener cerca. 

En el último año, he nutrido mi vida, aprendiendo de mis emociones e implicándome en un proceso de crecimiento personal y profesional. Estar en contacto con mi yo me ha ayudado a detectar un problema en el útero, he pasado por quirófano, he estado de baja, he llorado muchísimo, he pensado y repensado y he renacido. 

Y como cada cual pasa su crisis de los cuarenta a la edad que quiere yo, después de este año, me comprometo conmigo a:

Que no me pesen los comentarios de quien piense que se es menos por no tener pareja, por no ser madre, por no gustarte o querer lo que se supone que te toque a tu edad por ser mujer, por no cumplir cualquier estereotipo o tradición. 

Que no me pesen las intolerancias de la gente, las de quienes no escuchan, las de quienes no entienden y las de quienes ni siquiera preguntan o saben. 

Que no me pesen las cargas que no son mías, las que no están bajo mi responsabilidad, las que no puedo cambiar, las que no son mi culpa. 

Que no me pesen las creencias de nadie por encima, la voz de nadie por encima, la autoridad de nadie por encima. Porque la única creencia que llevaré hasta el último día, será la de que las personas, incluyéndome a mi, merecemos respeto, tolerancia, igualdad, buentrato. 

Que no me pese la idea de que los demás necesitan de mi más que yo. Que no me olvide de cuidarme, pedir, recibir, amar y ser querida. Que no me mantenga en el silencio cuando me dañen, que no me olvide de aprender de cada vivencia. 

Que, pasen los años que pasen, y pasen las cosas que pasen, no pierda la conciencia de quien soy, quien quiero ser y qué quiero en mi vida. Que no deje de ser mi propia guía y la protagonista de mi vida. 

Que no me pese la falta de confianza en que yo puedo, yo puedo, yo puedo. 

Y para no olvidarme, aquí dono esta trenza de mi pelo largo, no necesito más su peso. "





Y con la esperanza en que cada persona, en el momento adecuado, sea consciente de sus pasos y el camino que quiere elegir, os envío a todas las personas que estáis ahí, un gran abrazo. 
Seguiré escribiendo.