Analizaremos ese cine de "Jolivúd" con sus finales siempre felices... que en la vida real, ejem ejem... (¿existen?) y responderemos a las romanticadas de Moccia como Perdona si te llamo amor; Perdona, pero quiero casarme contigo; A tres metros sobre el cielo; Tengo ganas de ti... como sujetos que deciden y a veces se pueden plantear respuestas diferentes a ese final ya escrito. "Perdona, pero y ¿si yo no te amo a ti?" "No, perdona tú (otra vez), pero yo no quiero casarme ¿lo habías pensado?" o "Yo es que prefiero algo más apacible, como vivir en la tierra". Son respuestas que jamás se esperaría el final feliz de una peli comercial pero ¿y la vida real?...
La cita, en esta ocasión, es el viernes 30 de noviembre a las 19:00 h en el Antzoki de Berango.
Eso sí, creo que no habrá palomitas ni coca-cola, pero pasaremos un buen rato ;-)
"Sábado noche en casa. Hoy no salgo porque estoy con un gripazo terrible y me he quedado en la cama. A las 2:09 de la mañana empiezan a sonar "tiruri, tiruri, tiruri" en mi móvil. Ya me conozco el sonido, son whatsapps... seguro que de alguna amiga que me está buscando. Bah, paso de mirar. A las 3:15 suena otra vez, me despierta, y entre el ojo legañoso y el dolor de cabeza que tengo me pregunto por qué demonios no lo habré silenciado. Ya me vale. Entro en la app para quitar las notificaciones y que me dejen de molestar, y me vuelvo a tapar hasta arriba.
Me levanto a las 8:03 con la cabeza congestionada, la almohada llena de babas y ganas de ir al baño. Lo primero que hago es coger el móvil (sí, reconozco que estoy un poco viciada, es lo primero que hago nada más despertar). Entonces veo lo que ha estado pasando mientras yo dormía como una marmota a 39º.
3:31 Asi q estabas mala? Que hacías conectada? 3:31 No te hagas la tonta, te he visto 3:32 Con quien estabas hablando? 3:33 Contesta, se q te llegan mis mensajes
Y sí, efectivamente me llegaban sus mensajes ¡¡¡pero no los había leído!!! Qué es cuando piensas... ¡mierda!
¿Es una mierda whatsapp? (Me pregunto...)
Esto me recordó aquella mítica discusión que tuvimos por una puñetera palabra hace una semana.
12:40 Que tal el día guapa? Bien? Acabo de salir de la reunión
Que yo estaba en la calle, de camino a una cita de trabajo, llovía a mares, llevaba el paraguas y los dedos se me descuajeringaban entre las teclas. Logré decir un...
12:46 Bien
... sujetando el paraguas con el sobaco, mientras miraba el semáforo y seguía corriendo porque llegaba tarde. Guardé el móvil nada más entrar a mi cita, y no llegué a poner más. ¡Pues ya se montó el lío! Que si como que sólo bien?... que si qué arisca estoy, que si qué me pasa, que si ya no estoy igual que antes, que si ya no le hago caso... y bla bla bla..."
La vida era más sencilla cuando no teníamos whatsapp. Cuando no contestabas un sms porque no te venía bien en ese momento (¡¡¡¡o no querías!!!!) y nadie se lo tomaba mal, cuando no había ningún sistema controlador que dijera con minutos y casi segundos si estás conectad@, o no, has entrado a leer un mensaje o te conectaste la última vez a las 6:27 h. (que cualquiera lo mira y dice "mira a qué hora se ha acostado, qué estaría haciendo....") o lo que es peor, los malditos celos que desencadenan ese vivir online, tener que contestar en el momento (o que le siente mal), y que a veces ni siquiera funciona bien lo de la última conexión...
¡O el doble check! Esas inocentes uves dobles verdes que parece que indican que se leyó el mensaje... ¿o no? Veamos un ejemplo de la situación que puede desencadenar el "todolosabe" Doble Check:
Con más de 350.000 reproducciones, este vídeo arrasó en las redes sociales. Pero lo que a mi más gracia me hace (aparte de el vídeo en sí), es el comunicado oficial que hizo Whatsapp en el mes de mayo confirmando que el Doble Check no significaba que el mensaje se hubiera leído, sino sólo que el mensaje se había entregado en el dispositivo del receptor. Y punto pelota. Y para que tengan que hacer "un comunicado oficial sobre ello", es que la cosa... trae tela.
En fin, esta nota confirma que el Doble Check no es Dios, y aunque por supuesto, cada quien cree en lo que quiere, confiar en la palabra de la pareja más que en una marca verde, podría ser una opción también (digo... si queremos que la cosa vaya bien...)
Pero no sólo Doble Check puede ser motivo de desconfianzas, conflictos y celos en las parejas. El mensajito "Última vez a las..." que indica la última hora y minuto que hicimos aparición por la app, también puede ser desquiciante. Porque si mandaste un mensaje a las 12:11 y su "última vez" fueron las 14:02, pero no te ha contestado... aaaaay, que se ha conectado y no ha contestado. Y es que muchas personas lo usan como "termómetro" del interés de su pareja y "si su última vez es conmigo, entonces es que le importo"...
Ajá. Esto es una muestra de amor en el 2012.
...Peeeeeeero, por la misma regla de tres... si su última vez fue un rato después de hablar contigo... ¡zas!!!! eso automáticamente significa que me la pega y tiene alguien más especial a quien decirle buenas noches y mandarle un beso con corazón. (No el que sólo manda beso, no, a "otr@" se lo mandará con corazón y a ti no).
¡Y todo eso se concluye sin haber hablado con tu pareja, sin haber confirmado nada y sin haber VISTO (remarco la palabra visto por si no queda claro) nada más que un puñetero "Última vez hoy a las 00:13"! En fin, suficiente información no contrastada para darle vueltas al coco, desconfiar y montarte el lío por ti mism@.
El caso es que esta opción, la de mostrar la última vez tampoco confirma que se esté hablando con nadie. Cuando entras para escribir a alguien, la app lo mostrará, pero también cuando entras para ver un mensaje que te había llegado antes y sales inmediatamente sin hablar con nadie, también cuando entras para mirar a qué hora habías quedado mañana, cuando simplemente entras a recordar una conversación pasada... Tantas opciones... Todos nuestros movimientos quedan registrados, incluso si ha sido un error y le diste al botoncico verde en lugar de a la aplicación de al lado, whatsapp lo registrará, y (atención!) todas las personas que tengan tu número.... también!! Y ese es el problema, que con tener tu número, quien quiera te podrá "vigilar", saber cuándo te conectaste, y, si tienes la costumbre de mirarlo justo antes de acostarte, saber a qué hora te fuiste a la cama anoche. ¿No es maravillosa la tecnología? (sarcasmo)...
Sin embargo, existe la opción (en algunos terminales como iphone, por ejemplo), de no mostrar la última conexión, es decir, de quitar al demonio controlador de la última hora para que nadie te vigile. La cuestión es que quitarlo... también significa no poder ver la última hora conectad@s del resto de la gente. Y eso... ejem ejem... igual no satisface tu curiosidad cotillil, ya sabemos que nos gusta más cotillear que que nos cotillen ;-) Pero puede ser una opción... ¡para quien pueda y se atreva!
De hecho, hace un par de meses, hubo un día completo en que Whatsapp no mostraba la última conexión. Ese día me imagino miles de personas comiéndose las uñas hasta el codo por los nervios de no poder ver la última hora que se conectó cierta persona o personas. Lo de con las uñas comidas me lo imagino yo, pero igual no ando demasiado desencaminada, como indican los mensajes que en ese momento ocupaban twitter por múltiples cuentas que si "han quitado la última conexión! ¡Que vuelva la última conexión!"...
12.969 personas (vamos, unas 13.000 y seguro que más),
se desquician si les quitan la info de la última conexión
Total, que nuestras vidas y confianzas se desquebrajan a veces por tonterías (o por inseguridades, si me pongo en mi rol psicóloga). Malentendidos que pueden ocurrir con cualquier persona que tengas en el listado de amistades, con parejas, exs, amistades y compañer@s vari@s... Y todo por creernos más lo que nos dice una pantallita que una persona, o mejor dicho, porque a veces miramos más a la pantalla... que a la persona que tenemos delante.
Estar con tu grupo tomando algo y cada un@
mirando su whatsapp, algo del día a día.
Y es que sólo hace falta echar un vistazo en el metro, por ejemplo, y veremos gente con el cuello pabajo mirando la pantallita del móvil, tiruris y tiruris sonando, y otr@s, inquietos esperando a ver si reciben una contestación. ¡Qué locura!
Si todo esto te ha hecho pensar un rato... piensa en unos motivos para no discutir por whatsapp (que hay muchos), plantéate dejar de mirar al móvil y levantar los ojos a la realidad aunque sea por un momento, piensa en desconectar un ratico de las redes y atender a esa gente que está delante, salir un rato a la calle sin mirar al móvil... Plantéate también que no estás obligad@ a contestar en el momento inmediato, que quien se lo toma a mal, tiene un problema de confianza... y sobre todo... que lo que haga nuestra pareja siempre será más importante que lo que digan dos palabras en whatsapp ¿o ya no nos acordamos de lo que significan los actos? ;-)
Pero ojo con echar la culpa a whatsapp de todo esto! La tecnología no hace nada... que nosotr@s no queramos hacer.
Yo desconecto un rato. Disculpen si no respondo, pero es que tengo "la manía" de hacerlo sólo cuando quiero. Besitos sin corazón.
Y aunque creyerais que yo ya estaba de vacaciones, ¡no! hasta hoy no he empezado. En septiembre volveré con un montón de novedades y la reforma que llevo anunciando ya un tiempo (ya me vale) y prometo poner al día de todo lo que he estado haciendo estos meses, que es mucho... pero ahora necesito desconectar.
Peeeeero... antes de "desconectar", no quería dejaros sin una buena despedida animada, llena de música calurosa ... y un pequeño reto. Quién me sigue desde hace tiempo sabe que no es la primera vez que en este blog se habla de canciones y sexismo o algo así (en los posts "Canciones de amor... o de todo lo contrario", y "Ellos desean sexy bitchs y ellas ser the only girl in the world" ya hablábamos de ello)... y no me quiero repetir ni volver a decir lo que ya muchas y muchos sabemos sobre la letra de muchas canciones... o la imagen que la acompaña, que eso de repetirse es muy cansino.
Hay cosas que no se le escapan a nadie y es que los videoclips, y especialmente aquellos que hacen referencia al verano... están llenos de cuerpos de mujer. No descubro nada nuevo si hablamos de cómo se venden como carnaza los cuerpazos de mujer y las referencias sexuales. La publicidad lo sabe bien... ¿Que quieres vender un producto y no sabes cómo llamar la atención? Seguro que lo consigues poniendo al lado una tía que esté bien buenorra. ¿Que quieres que la gente compre tus helados? Pues enfocas el anuncio en unos labios carnosos de mujer que empiezan a lamer, succionar y emular... en fin, ya sabes qué... El sexo vende. Nos han dicho siempre. El cuerpo vende. ¿Vende lo mismo el de los hombres que el de las mujeres? Esto lo dejo a vuestra opinión...
Y no voy a quejarme de que me parezca ridículo que casi todas las tías que salen en los videoclips lleven tacones a la playa o la piscina. Pero reconozco que yo cuando voy a la playa no suelo llevar tacones... por lo de andar por la arena y eso, (que lo veo un poco "complicao" y voy con unas simples chanclas, comodicas y fáciles de quitar y poner), que tampoco me pongo a bailar como si fuera una stripper de barra fija debajo de la ducha (que la suelo utilizar más qué ná pa quitarme el salitre ese que se te queda en la piel cuando te bañas) y que desde luego no se me ocurriría maquillarme para pasar un día de sol (por lo del maquillaje en forma de chorretes y esas cosas), y no llevo el pelo perfecto como si hubiera pasado por la peluquería. En fin, debo ser una "normalucha", comparada con lo que se ve en los videoclips playeros y con mi atuendo, pero no me voy a quejar, yo lo hago así porque suelo ir a la playa a disfrutar con mis amigas y amigos... Y es curioso, porque también me llama la atención que en las playas a las que yo voy no solo hay tías despampanantes tomando el sol en tacones. Veo tías pero también tíos, niños y niñas que hacen castillos de arena, gente jugando a las palas, abuelillas y abuelillos que dan un paseo por la arena... montones de personas diferentes, altas, bajas, gordas, delgadas, torradas y de piel blanconuclear.... todas juntas. Qué cosas... Pero deben de ser otras playas más normaluchas que las que salen en los videoclips, claro.
En lugar de quejarme de ná, os vengo a proponer un juego en el que disfrutéis de unos momentos musicales con una puesta en común: todos laos videoclips siguientes se desarrollan en la playa o el verano. El reto es que hay una diferencia común en todos estos vídeos. Una diferencia que aparece en todos...
¿Seréis capaces de encontrar la diferencia?
Yo creo que sí, pero por si acaso aclaro las "normas del juego": se trata de reproducir los siguientes videoclips uno tras otro e... identificar qué elemento diferente está presente en todos ellos.
¿Te animas? Vamos allá!...
Si todavía no has encontrado la diferencia... con el siguiente no puede ser posible que no la veas. La siguiente ya es del pasado verano, pero... ¡no puedo evitar traerla!
¿Qué has visto... aparte de tías en bikini, trikini o nosekini...? ¿Aparte de que hay una sutil diferencia entre el número de tíos y tías que salen? ¿Y aparte de tías que, en Danza Kuduro -que es una canción a bailar- se pasan el videoclip sin moverse como estatuas tontacas?
¿Te has fijado en los cantantes? ¿En los sitios en los que están? ¿En que hace sol? ¿En que es verano? ¿En que están en la playa? ¿En el mar? ¿En el yate?...
Debe hacer calor ¿no?
Vamos, yo me imagino que hace calor, y más viendo al conjunto de alrededor...
Pero entonces... Los pobres cantantes...
¡¡¡¡¿no se mueren debajo de esa ropa?!!!!!! Ninguno se muere por quitarse la camiseta?
Por si no te habías dado cuenta, no hay uno sólo de los cantantes que aparezca con lo que se supone que habría que llevar a la playa ¡¡¡el bañador!!! Esa era la sutil diferencia bikinis vs. ropa.
O ellas pasan frío o ellos calor ¿no?
¡Qué duro debe ser el papel de Don Omar y demás tipos supermolones que llevan el traje perpetuo! (para más señas, Pitbull, además de trajechaqueta le añade corbata en casi todos sus hits). Y yo es que me imagino que si fuera hace unos 40 gradetes (por poner), debajo de un peazo traje chaqueta se tiene que estar mu malamente, que enseguida tienes que sentirte como un pollo frito, los chorretones de sudor en el alerón aparecerán a los dos minutos y si encima bailas, pues pa qué contar. Pero nada. Estos tipos prefieren molar mucho con sus gafacas y su ropa, pero no se la quitan ni pa bañarse (hay algún vídeo donde incluso se tiran a la piscina... vestidos). Se ve que les gusta mucho que en sus videoclips aparezcan muchos pechetes... excepto los suyos. Pobres, de verdad... que tienen que llevar pantalones, camisetas, camisas, chalecos y chaquetas ¡No saben lo bien que estarían en bañador! Pero eso debe ser un privilegio sólo para chicos normaluchos, de esos que me encuentro yo en la playa ;-)
En fin, amigas y amigos seguidores del blog... hay gente para todo, algunos que no ven más allá del cuerpo de una tía y un montón de medios (tele, cine, música, publicidad), que así nos quieren hacer pensar... pero lejos del cuerpo perfecto y la juventud eterna, cualquier parecido de estos videoclips con la realidad es pura coincidencia. "No se los tomen en serio en sus vidas ni pretendan emularlos ... " (sobre todo si no quieres quedarte clavada en la arena con el tacón de aguja de 15 cm sin poder moverte, o deshidratado debajo de todo un trajezaco de chaqueta y pantalón), y recuerden que una (o uno), es mucho más que la carcasa...
Así que con esto sólo me queda decir que si eres una "normalucha" que disfruta del verano sin pensar que es sólo un cuerpo, ni complejos o miedos, y se coge las chanclas pa ir a la playa... o un "normalucho" que sabe que no sólo valen aquellos de apariencia chula + yate incluido... tienes suerte ¡enhorabuena! ;-)
Feliz agosto! No olvidéis cuidaros!
Y en septiembre vuelvo con muchas novedades... y nada de repetir temas ;-)
Esta tarde estaba recorriendo los pasillos de un supermercado cuando en el hilo musical escuché una canción romanticona que decía "Tú llegaste a mi vida para enseñarme, tú, supiste encenderme y luego apagarme, tú, te hiciste indispensable para mi y... con los ojos cerrados te seguí..."
Camila. Mientes.
Aunque no la traigo aquí para hacer una crítica de la canción, me recordó que tenía abandonado el blog desde que os prometí hablar del amor... y me ha parecido un ejemplo actual sobre cómo la idea de que existe una persona en el mundo indispensable e irrenunciable, que viene para salvarte de la "inmundicia", enseñarte el mundo y ser lo único en tu vida, no es algo de hace siglos, precisamente. Igual que tampoco está pasada de moda la frustración y el dolor cuando te das cuenta de que esa persona a quien pusiste en el pedestal más alto del mundo mundial, no era lo único en el universo, te hizo un daño que casi ni quieres recordar, y se te cayó en trozos, junto con el resto de los sueños que pusiste en ello.
Una canción más clásica (esta sí de hace unos añicos), nos cantaba con pasión "Te quiero más que a mi vida, más que al aire que respiro...eres mi vida y mi muerte, no debía de quererte, y sin embargo, te quiero". De hace unos años, decía, pero sus mensajes pueden parecer sacados de la más rabiosa actualidad de nuestras vidas. Para muestra de este pack amor-dolor, unas imágenes:
El amor es como una pelea. Ganes o pierdas duele.
No debería amarte... pero lo hago.
Solo quiero que tú seas el único propietario, quiero darte todo, tu ausencia me mata.
Sin ti me muero. Sin ti no soy nada. No quiero vivir si no estás a mi lado. Sólo me importa que tú me quieras. Soy tuya. Si te pierdo no quiero vivir en este mundo... y muchas más frases, parecen sacadas de una película romántica, pero las comparten personas reales de carne y hueso en las redes sociales (un dato: la página de Facebook "Te quiero más que a mi vida" tiene más de 13.000 fans).... pero además de en sus mensajes cotidianos, también están insertas en su "chip mental" o ideal de amor, y alguna que otra vez, éstas pueden ser buenas razones para crear confusiones o amores ciegos.
Y hablando de películas románticas, según nos dice la industria de Hollywood, las chicas las vemos con un bol enorme de helado de chocolate (o palomitas, en su defecto) y dos paquetes de kleenex al lado para llorar cuando nuestro novio nos deja. Y... ya sabemos, no hay nada mejor que hacer cuando tu novio te deja que sentir que a ti se te ha acabado la vida y hartarte de ver cómo Meg Ryan encuentra al amor de la suya, Bridget Jones elige entre el malote o el bueno, o el prota duro y rebelde de turno tipo Mario Casas se pasa dos horas de película en una historia de ida y venida "no sé si quiero a esta o a esta otra", para darse cuenta, al final del todo, de quién es la mujer que siempre había estado buscando detrás de esa apariencia de tío-duro-sin-sentimientos. Sin sentimientos él, porque en ese punto de la historia, tú ya te has convertido en una cebolla y tu sofá en un charco de lagrimones. Todo esto, según nos dice Hollywood, claro ;)
Kit Básico para superar una frustración:
manta, lágrimas, peli de amor y helado de chocolate con cuchara sopera.
Pero los mensajes sobre el amor ideal y conflictivo (pero que termina bien) están en todo tipo de pelis, no sólo en las pastelosas. Todos los héroes tienen una musa o mujer a la que aman, y que además, "tienen que salvar una y otra vez de todos los problemas" (porque ya sabemos que nosotras, nos metemos siempre en líos y necesitamos que nos salven...) y en película de acción que se precie, ha de ocurrir algún romancillo de por medio, si no, no tiene miga la acción. Da lo mismo que sus protagonistas sean piratas en el caribe, que aquel muchachito que vive una aventura rodeado de Transformers, para volver en la última escena con su novieta de morros sensuales y así hay finalfeliz+beso, o que sean Mr & Ms Smith, una pareja de espías, que se pasan toda la peli intentando matarse... para después descubrir que se querían.
Ay, el amor. El amor, lo puede todo, el amor mueve montañas, nos han dicho siempre.
El amor, da igual cómo, aparecerá algún día en tu vida y lo resolverá todo... o al menos lo recordarás eternamente, como la protagonista de Titanic, por ejemplo. ¿Nos hemos dado cuenta que toda la historia de la película de Titanic, romántica por antonomasia... ocurre... en una sola noche? ¡Una puñetera noche!. Vale que la escena de la mano marcada en el cristal del coche lleno de vaho, sexo y tensión, nos hizo estremecer, pero no deja de ser un rollo de una noche. Y con una sola bastaba para recordarle siempre... como su único y verdadero amor. Igual Jack era un gilipollas, pero a ella no le dio tiempo a saberlo: siempre le guardaría en lo más profundo de su corazón (aissss)
Titanic: el amor eterno más corto de la historia.
No busquemos razones al corazón, nos dicen, ¡es AMOR!
Y así, aunque a veces en las comedias las tías sean estúpidas rubias histéricas, y a ellos nos los presenten en dos únicos modos: versión salidos o versión pagafantas, todo el mundo tiene un hueco para el amor ideal en el mundo del celuloide... hasta el duro Bruce Willis (que hace a las piedras parecer "blandiblu") sabe, en el último momento de su aventura, que el "quinto elemento", el más poderoso de todos, el único que salva definitivamente el mundo... es EL AMOR.
El imperturbable Bruce Willis encontrando el quinto elemento en el universo.
Y no era lo buena que estaba la Jovovich. Era, por supuesto, el amor.
En fin, que algunos guiones cinematográficos se empeñan en presentar el amor como algo irremediable, que no podemos evitar, por el que dar la vida entera.
Y no seré yo la que dé lecciones de guión, cine, ni de amor (que de esto último no sé si alguien deba darlas), ni recomendar dejar de ver películas (yo misma, no lo dejaría, con lo que me gusta).
El problema no está en ver historias ficticias tras la pantalla de ilusión y finales apoteósicos, sino en que algunas personas se empeñen en vivir una historia de "amor de cine", exponiéndose sin límites a esa idea de amor que todo lo puede y supera cualquier obstáculo, pero en la vida real, la de verdad: donde no hay protecciones, maquillajes, ni guiones escritos, a "tres metros sobre el cielo" no podrías vivir, y las balas matan.
¿Has amado alguna vez a alguien hasta llegar a sentir que ya no existes?,
¿hasta el punto en el que ya no te importa lo que pase?,
¿hasta el punto en el que estar con él ya es suficiente,
cuando te mira y tu corazón se detiene por un instante?.
Yo sí...” (El diario de Noa).
¿Qué tiene de malo sentir que el amor te invada? Se preguntará alguien. Sentir amor nos hace humanos y sensibles, y estoy de acuerdo. Pero sentir amor quizá no pueda ser suficiente para todo. Quizá no pueda ser la respuesta para cualquier cosa, o no supere cualquier daño, sacrificio, dolor. Aunque a veces sintamos que el amor nos da la vida, no podemos dejar de respirar, por mucho creer que nos de vida. Lo cierto es, que si dejamos de respirar, nos ahogamos. Y ahí es cuando la historia de amor bella, perfecta y maravillosa que nos hemos creído, tiene un final que no esperábamos.
Ahí es cuando viene la frustración, los sueños rotos en mil pedazos, las desilusiones, las llamadas y las esperas, los intentos, las pesadillas, el sentir que se ha acabado el mundo.
Y ahí es cuando empiezas a plantearte si ese ideal de amor que estabas buscando, es posible. Si esa persona con la que soñabas puede ser real, o no existe. Si te confundiste y viste cosas... que nunca existieron en realidad. Si igual estás mejor sin esa persona.
Y aunque Hollywood se empeñe en reflejar que los tíos son muy duros, a ellos... también les pasa. Muchos guardan ideales del amor y se pasan la vida buscando la pareja perfecta... sin encontrarla. Y... ¿quién escapa a esa lucha que a veces se lleva nuestra cabeza y nuestro corazón? En eso, cualquiera puede perder, elegir enamorarse de algo que no es real, y que tenga que ganar la batalla la cabeza y no te quede otra que aceptar el fin del combate. ¿Cómo le/la dejo de querer? Nos preguntamos
La eterna lucha... ¿quién ganará?
Pero a ti que eres chica, hay un elemento que te pesa aún más. Se llama soledad. Es esa maldita idea que tienes en la cabeza de que sin un chico al lado no eres nada, porque toda chica necesita pareja. Que si no te quieren, es porque no vales lo suficiente. Que si no consigues pareja es porque tienes algún defecto. Y te repites la frase "estoy sola" con tanta frecuencia, que te pesa como una losa encima, con todas sus letras. S.o.l.a. La S te marea y no te deja pensar en nada más que buscar a alguien, donde sea. La o te encierra en la tristeza de tu habitación. La l te hace caer en brazos del primero que encuentras, y la a te termina rodeando y engañando de nuevo. Y es que a veces, por no estar solas, terminamos repitiendo historias negativas, cayendo en la miiisma historia de dolor una y otra vez.
Quizá podemos hacer algo por evitar engancharnos en un mal amor, repensándonos las ideas que tenemos sobre el amor: qué buscamos, qué necesitamos... y si eso que necesitamos o queremos, está a nuestro alcance, o es una cúspide "de película".
Si alguien te hace daño, si tu amor te duele tanto, si sientes que te mueres... quizá te estás empeñando en vivir una historia ideal de subidones emocionales que al final te van a terminar dejando pal arrastre. Si te empeñas en soñar con un amor perfecto, y encontrar un cielo lleno de corazones, a un héroe salvador, o a una bella princesa maravillosa que nunca tenga un sólo error... Es probable que algún día te caigas de esa nube de algodones que estás creando en la imaginación y no tengas a mano un botiquín de auxilios. Y para cuando te caigas, quizá te venga bien repensarte algunas cosas sobre tu idea del amor.
Sobre esto, y sobre cómo construir nuevos modelos de amor, nuevos mensajes que nos emocionen sin necesidad de morir, estuve pensando para un evento en el que participé en Santiago de Compostela en el mes de marzo (*) y seguí dándole vueltas cuando mi bloggeramiga June (marikazetari), se preguntaba si hay otra forma de enamorarse y de amar, que no sea la de este modelo tradicional de sufrimiento. Y aunque no quiero inventar un modelo de referencia, esta duda me anima a lanzar algunas preguntas, por si quieres encontrarle tus propias respuestas.
¿Te vas a empeñar en buscar a una persona ideal, tal y como un sueño? ¿Necesitas a alguien que llegue a tu vida para arreglarla? ¿Vas a lanzarte con ojos cerrados al dolor? ¿Necesitas tener alguien al lado, aunque sea a ratos mal, para sentirte "algo"? ¿Necesitas renunciar a todo por amor? ¿Vas a vivir tu vida centrada en otra persona?
Yo personalmente creo que querer a alguien no tiene por qué implicar renunciar a todo,
olvidarme de mí misma,
no valorarme si no estoy con alguien,
pensar que mi pareja es lo primero… y yo lo último.
Que no es imposible querer a alguien y quererme a la vez.
Y que lo peor que puedo hacer en mi historia es olvidarme de mí,
la persona con la que pasaré toda la película del principio al fin,
porque, incluso aunque tenga acompañante,
la "prota" de mi vida, soy yo.
Continuará.
(* Nota para el personal profesional interesado, próximamente, cuando acabe la reforma de mi espacio en la que estoy metida, prometo materiales, ponencias y presentaciones. Gracias por la espera)
Hay quienes no entienden por qué una persona se puede enganchar en una relación de maltrato y no salir de ahí, y además piensan que nunca les podría pasar, que se darían cuenta y le darían puerta enseguida...
Quizá tampoco lo entiendas porque lo ves en una amiga tuya, y estás cansada de ver cómo está colgada de su novio aunque éste la trata como una basura, hace tiempo que no le deja hablar contigo, y están desaparecidos en su mundo. De vez en cuando tienen broncas fuertes y ella vuelve a pedirte ayuda. Le has dicho que crees que se merece algo mejor, que su cara es muy triste, que no sale nunca y cada vez está más perdida en el mundo de él... pero parece que no te escucha porque en cuanto recibe su llamada, pidiéndole que vuelva, desaparece de nuevo. Y cansa intentar ayudar a alguien, que vuelve a meterse en ese rollo una y otra vez.
O puede que no lo entiendas porque estás pasando por algo así, pero no puedes verlo claro.
No es nada sencillo comprender las dificultades que pueden existir para dejar a alguien que te está haciendo un daño enorme. Quienes se enganchan en una relación de mal-trato, quienes tienen una relación de dependencia, son como dos partes indisolubles que no pueden vivir la una sin la otra. Aunque una parte esté haciendo daño y la otra parte esté recibiendo el dolor, las dos se necesitan, y en cuanto se separan, se extrañan, y tienden a volver a juntarse... como la media naranja que sin su otra media no puede vivir. Porque una cosa que se nos olvida, es que el amor ¡el amor!... puede estar ahí presente en la cabeza de quien vuelve, quien perdona y vuelve. Puede que eso no sea realmente amor... pero se lo cree o se auto-engaña pensando que sí lo es.
Y esto puede ser porque el maltrato no ocurra de forma constante, continuada, cada minuto del día sin descanso y cada día del año. Quien maltrata no es un ogro odioso y peludo al que se ve venir desde lejos del miedo que da. Quien maltrata, además de insultarte, amenazarte o chantajearte... algunas veces también te idolatra, te dice palabras bonitas, te besa... y te dice que te necesita.
Entonces es cuando caes...
Cuando caes en el engaño de pensar: "todo lo malo ha pasado", "ya volvemos a estar bien"...
Y durante un tiempo la sensación de que el amor ha vuelto se mantiene, pero... ¿durante cuánto tiempo?
¿Y cuántas veces más vas a perdonar? ¿a olvidar? ¿a no dar importancia? ¿a dar otra oportunidad? ¿a volver? ¿a pensar que con el tiempo...?
Rihanna, la guapa Rihanna a quien vimos el rostro completamente desfigurado por el palizón que le dio su novio (o ex-novio, o re-novio) Chris Brown hace un tiempo, explica ese auto-engaño con una realidad pasmante, (y es posible que en primera persona de verdad), en la intro de este vídeo. En la que explica esa relación de ida y vuelta, de amor y odio, de destrucción y enganche, en la que a veces... "hasta deseas que todo lo malo vuelva... porque al menos también vuelve lo bueno".
Aquí verás sólo la intro del vídeo traducida
Es como gritar, pero sin que nadie te oiga Casi te sientes avergonzada... de que alguien sea tan importante, de que sin esa persona te sientes como si fueras nada. Nadie podrá entender cuánto duele. Te sientes sin esperanza, como si nada pudiera salvarte. Y cuando todo se termina, y él ya se ha ido... hasta deseas que todo lo malo regrese, para que al menos también puedas tener lo bueno de vuelta.
El amor puede llegar a ser casi como una droga, una adicción. Pero quizá existen otras opciones. Quizá algún día eso que te parece el amor de tu vida y sin el que no puedes vivir... lo veas de otro modo. Quizá te vayas dando cuenta de la auto-destrucción en la que te vas metiendo poco a poco y renuncia a renuncia. Quizá con compañía y ayuda, y abriendo poco a poco los ojos a la realidad... te des cuenta de que "querer a alguien más que a tu propia vida" queda muy bonito para decirlo en una película, pero en la vida real el amor es para vivir, y no para morir por él.
Aquí el vídeo completo Brilla una luz a través de una puerta abierta... separaré la vida y el amor, me despediré... porque cada vez "te necesito" más... siento los latidos en mi mente. Así es como me siento... no lo puedo negar... Pero voy a tener que dejarlo escapar! Encontramos el amor en un lugar sin esperanzas...
Muchas relaciones pueden ser destructivas, por diferentes motivos. Pero quizá... como en el final de este videoclip, decidas cerrar la puerta definitivamente a ese bucle en el que vas y vienes. Incluso, quien sabe, consigues no volverla a abrir para volver nunca más.
Porque a veces es mejor "dejar escapar" un amor que sólo te lleva a la destrucción.
Próximamente en el blog: "Te quiero... pero no más que a mi vida".
San Valentín Un día señalado, todas las tiendas se tiñen de rojo y se llenan de corazones y quien más quien menos te dice algo sobre el asunto... Pero desafortunadamente no siempre somos felices en San Valentín.
Puede que no tengas pareja y te sientas "fuera de"... Puede que quieras a alguien que no te corresponde... También puede ser que no quieras tener pareja... O que tu pareja no te trate demasiado bien... O que tu ex intente volver contigo y te confundes...
¿Ves? Todo el mundo no es super-feliz en San Valentín, como siempre dicen. ¿Tú cómo lo llevas?